Las empresas industriales no solo tienen que proteger sus instalaciones físicas, sino también su capacidad productiva. Un cortocircuito, una tormenta eléctrica o una rotura accidental en una línea de producción pueden paralizar toda la actividad. Por eso, el seguro multirriesgo industrial es una herramienta clave para garantizar la continuidad del negocio.
¿Qué cubre un multirriesgo industrial?
Las coberturas básicas incluyen:
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Daños materiales por incendio, explosión, agua, fenómenos atmosféricos o actos vandálicos.
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Daños eléctricos: picos de tensión, cortocircuitos, fallos de suministro o inducción por rayo.
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Maquinaria industrial: averías mecánicas, fallos electrónicos, desgaste accidental, caída de piezas...
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Robo y expoliación: tanto en interior como en almacenes o vehículos.
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Daños estéticos y roturas de cristales, rótulos y cerramientos.
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Responsabilidad civil de explotación, patronal y productos.
Pero la cobertura estrella es...