La Incapacidad Permanente Absoluta (IPA) es una de las coberturas más valiosas dentro de un seguro de vida, pero también una de las menos entendidas. Muchas personas creen que solo se activa en situaciones extremas, pero la realidad es que existen numerosos escenarios médicos en los que un asegurado puede ser reconocido en esta situación y, por tanto, recibir el capital asegurado en vida.
¿Qué es exactamente la Incapacidad Permanente Absoluta (IPA)?
La IPA se declara cuando una persona queda totalmente inhabilitada para desempeñar cualquier profesión u oficio de manera definitiva.
No significa necesariamente estar postrado, sino no poder trabajar en ningún tipo de empleo con un mínimo de rendimiento y regularidad.
La IPA es reconocida por:
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INSS (Instituto Nacional de la Seguridad Social),
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Resolución judicial,
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Tribunales médicos, o
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Informes periciales aceptados por la compañía aseguradora.
Una vez reconocida, la aseguradora abona el capital contratado, que puede utilizarse para:
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Mantener la estabilidad económica familiar
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Adaptar vivienda o vehículo
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Acceder a tratamientos privados o rehabilitación prolongada
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Reponer ingresos laborales perdidos
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Cancelar préstamos o hipotecas
¿En qué se diferencia de la incapacidad total?
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Total: impide trabajar en tu profesión habitual, pero permite desempeñar otras.
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Absoluta: impide cualquier profesión.
Por esto, la absoluta está mejor indemnizada y es más útil en seguros de vida orientados a la protección de la familia.


