Muchas empresas se enfrentan a la disyuntiva de cómo proteger adecuadamente a sus directivos y administradores frente a posibles reclamaciones por decisiones tomadas en el ejercicio de su cargo. Una de las preguntas más frecuentes es si conviene incluir estas coberturas dentro del seguro de responsabilidad civil general de la empresa o, por el contrario, contratar un seguro específico de Consejeros y Directivos (D&O).
Los seguros de RC general están diseñados para cubrir reclamaciones derivadas de daños a terceros provocados por la actividad empresarial. Sin embargo, cuando hablamos de decisiones estratégicas, errores de gestión o conflictos societarios, estas pólizas suelen quedarse cortas o directamente excluir este tipo de responsabilidad.
El seguro D&O, en cambio, está pensado exclusivamente para proteger a las personas que ocupan puestos de responsabilidad. Cubre los gastos de defensa jurídica y las posibles indemnizaciones en caso de demandas personales contra ellos, ya sean presentadas por empleados, accionistas, clientes, proveedores o incluso la propia empresa.
Otro aspecto clave es que, cuando se incluye la responsabilidad de directivos dentro de la póliza general, se comparten límites con otras reclamaciones. Esto puede suponer que una reclamación por un daño material agote el límite de cobertura y deje desprotegidos a los administradores.
Además, un seguro D&O aparte permite gestionar sin conflictos los siniestros que enfrenten a la empresa con sus propios directivos, algo que no es posible con una póliza combinada.
Por todo ello, la contratación de una póliza D&O separada es altamente recomendable para garantizar una protección real, independiente y especializada. Supone una inversión razonable frente al importante riesgo que asumen quienes dirigen una empresa.
En nuestra correduría podemos ayudarte a evaluar las necesidades de tu empresa y ofrecerte un asesoramiento gratuito para contratar el seguro más adecuado, ya sea combinado o separado.