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Sabido es que una de las dificultades mayores de los administradores de fincas es la delegación que en ellos hacen las comunidades a la hora de contratar sus seguros...

No es vano el tema porque la función propia de estos profesionales no es la de buscar coberturas de seguro, ni la de tramitar siniestros o hacer el seguimiento de la reparación de la avería por agua; de hecho, son actividades tan complejas, que la legislación regula extremadamente las condiciones de su ejercicio como mediador de seguros. Y no digamos, mucho más,  cuando se tata de buscar coberturas idóneas a los mejores precios de mercado para abaratar los costes de aseguramiento de dichas comunidades.

Hasta hace poco, muchos administradores de fincas solían tener contratos de agente normalmente exclusivos con las compañías para al mismo tiempo que facilitar a sus clientes dicha contratación, tener un complemento a su retribución vía comisiones que recibían de las compañías.

Pero eso que raya la ilegalidad, porque no se puede tener más que un contrato de agente exclusivo (a veces burlando la ley poniendo de titular de la agencia la esposa, pariente o tercero), exige una formación al día y conocimiento del mercado que permita un buen consejo a los clientes de las comunidades de propietarios. La mejor solución era y es encargar a una correduría que por definición conoce todas las mejores ofertas del mercado en ese u otro ramo.

Pero cuando realmente se cuadra el círculo es cuando se acude a una correduría que tenga una división específica de seguros de comunidades, ya que la envergadura y  complejidad la hacen necesaria. Y si a esto le añadimos que esa correduría tenga un departamento de siniestros para el caso, la cosa es ya cuasi perfecta. Se trata de que el administrador tenga a alguien que le haga todas las gestiones, ya  sea la declaración del siniestro a la compañía como del seguimiento de la reparación, pasando por la elección del mejor profesional, etc. Es descargar al Administrador de trabajos que no le afectan en su profesión y que sin embargo tendrán una gran repercusión en la gestión de la actividad de la comunidad de propietarios.

La solución pasa naturalmente por llegar a un acuerdo con una correduría que le solvente esos extremos. Y para eso estamos nosotros; nos avalan las cerca de 500 comunidades a las que les gestionamos los seguros o los 35 profesionales de la administración de fincas  que confían en nosotros.  Le escucharemos y seguro que llegaremos a algún acuerdo.