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FUENTE: EL CONFIDENCIAL- Miguel Benito  01/02/2012  (06:00h)

El ramo de vida tira del sector; retroceso en automóvil

Además de mantener posiciones, avanzar. Año tras año, desde que estalló la crisis, la consigna de un sector tan cauto como es el asegurador, fuertemente regulado y controlado, ha sido mantener como mínimo las cifras de negocio y de empleo. Y en términos generales lo está consiguiendo, eso y más, como muestra el crecimiento registrado en 2011: un 4,11% en primas hasta totalizar 60.671 millones de euros. Las provisiones o reservas del ramo de vida crecieron un 5,09%, hasta totalizar los 154.114 millones de euros. Este crecimiento estuvo acompañado de la creación de 2.000 puestos de trabajo netos sólo en empresas aseguradoras, es decir, sin contar los empleos generados por agentes, corredores o autónomos vinculados a la actividad.  

En la primera gran cita del sector, las jornadas sobre perspectivas convocadas el pasado 24 de enero por asociación ICEA, las caras de preocupación de directivos y profesionales por el deterioro de la situación se contrarrestaban con los mensajes de estímulo que tanto desde la asociación empresarial Unespa, como desde la administración, recibían los convocados. Según Flavia Rodríguez Ponga, nombrada directora general de Seguros el pasado 30 de diciembre, aunque subdirectora de este organismo en dos ocasiones anteriores, el seguro español representa el 5,5% del Producto Interior Bruto; el 7,5% del balance agradado del sector financiero en España; tiene un balance de 250.000 millones de euros, cifra que supone el doble que hace 10 años. De sus inversiones, más del 30% que mantiene en renta fija vence más allá de 2025, lo que supone una prueba de confianza en el futuro de España.

Compañías, mutuas y mutualidades, según datos de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones, contaban con 50.212 empleados a finales del año pasado, aunque se estima que la cifra total de trabajadores vinculados al sector de una u otra forma supera los 250.000. Además, la previsión es seguir creando empleo de media o alta cualificación. El viernes pasado, la patronal Unespa daba a conocer que una de cada cuatro aseguradoras tiene previsto aumentar su plantilla en los próximos meses y que el 60% de las empresas piensa mantener su nivel de empleo

El ramo de vida está tirando del carro del sector al registrar un crecimiento del 9,38% en primas el año pasado, hasta totalizar 28.851 millones de euros. Jaime Kirkpatrick, consejero delegado de Aegon, advierte que en los seguros de vida riesgo el decrecimiento se está acelerando y que en el ahorro prácticamente estamos reciclando el dinero, que va de un instrumento a otro, aunque el seguro es el ganador por ofrecer mayor protección. Ante un futuro incierto y ante la perspectiva de vivir más años, Kirkpatrick señala que una de las misiones de los aseguradores de vida es “ayudar a las personas a responsabilizarse de su futuro financiero”.

Automóvil, un sector conflictivo

En no vida, el seguro del automóvil, el principal ramo con una recaudación de 11.271 millones de euros y un retroceso en el año del 2,29%, está inmerso en una fuerte conflictividad de precios que en algún momento tenderá a remitir, porque el control de este segmento de negocio cada vez está en menos manos. Alrededor de 60 aseguradoras trabajan autos, pero las 15 primeras concentran más del 90% de las primas. Salud y multirriesgos siguen creciendo en primas, un 3,06% los primeros y un 3,30% los segundos, que están muy vinculados a hogares y pymes. Los seguros de salud parecen beneficiarse del deterioro de la sanidad pública y de las ventajas fiscales para colectivos de empresa y autónomos. El resto de ramos no vida registró un retroceso del 2,94%.

Flavia Rodríguez Ponga tiene claro los principales retos de la Administración en materia de Seguros: preservar la solvencia de las entidades y del conjunto del sector; adaptar Solvencia II (conjunto de normas comunes en Europa para un nuevo marco de desarrollo de la actividad); desarrollar el seguro; hacer comprensible y sencillo el contenido del contrato de seguro y adaptarse a las necesidades de los asegurados. Todo eso se irá concretando en aspectos normativos.

Pilar González de Frutos, presidenta de Unespa, advierte que 2012 es un año crucial para la adaptación de Solvencia II: “La nueva arquitectura de supervisión, unida a la entrada en vigor, ya muy cerca, de un sistema de cálculo y gestión sofisticado y muy profesional del riesgo, marca para los aseguradores un salto cualitativo sobre lo que hasta ahora veníamos haciendo”. Además, en diversas ocasiones ha transmitido su visión de que el seguro es uno de los pilares que contribuye al Estado del Bienestar, al que complementa.

Todo indica que el seguro español, que muestra una elevada solvencia, podría ser el gran beneficiado de los posibles retrocesos que se produzcan en materias de protección pública tan sensibles como salud, pensiones o dependencia, etcétera.