Publicado el por Sergio Ballesteros Diaz

Ya sabemos que la LOE, desde el año 2.000, obliga a los promotores de viviendas destinadas a la venta a la contratación de un seguro decenal que cubra los posibles daños provocados en el edificio y que pongan en peligro su estabilidad estructural. Sin entrar en detalles de la obligación o no de los autopromotores de viviendas individuales, rehabilitaciones o lo que sea, el seguro decenal, dentro del presupuesto de la obra, no suele superar un 1% del total de la misma, por lo que a mi entender, y para evitar futuros quebraderos de cabeza, es mas que aconsejable su contratación, aunque la ley exima de ello a determinadas obras.

Si yo tengo ahorrado un dinero y decido construirme una segunda vivienda para los fines de semana, invierto ese dinero y debo cubrirlo con un seguro para que en caso de fatalidad, no lo pierda. Pongo en manos de un arquitecto, de un aparejador, de una empresa de geotécnia, de una constructora y de otros muchos intervinientes en una obra, mis ahorros. Sí, es verdad que durante diez años el arquitecto y la constructora son responsables de lo que allí ocurra (siempre que los hechos sean imputables a ellos), pero ponte a reclamarles judicialmente que te indemnicen por los daños. Se puede convertir en una eternidad, sin mencionar los costes de abogados, procuradores, etc. El seguro decenal, si existe un daño que ponga en peligro la estabilidad estructural del edificio, repara los daños o indemniza al promotor y a los futuros propietarios de esa vivienda durante los diez primeros años después de construida. Es decir, te paga o te repara el daño y te olvidas del tema. Ya se encargará ella de reclamarle al constructor o al arquitecto (si son responsables), pero tú, no tienes que preocuparte de reclamar a nadie ni esperar una eternidad.

Al igual que se contrata un seguro de hogar para cubrirnos de robos, incendios, daños por agua, etc, es mas que recomendable que, aunque nuestra obra esté eximida de la contratación del seguro decenal, lo contratemos.

Del proyecto que realiza un arquitecto a la ejecución del mismo en obra puede haber muchas diferencias, errores de cálculo en el dimensionamiento de zapatas, tierras expansivas, apoyos en zonas de dudosa estabilidad.., yo, por si acaso, y no siendo arquitecto, ni constructor, me aseguraría muy mucho de que si algo ocurre no voy a perder mi dinero, ni mi paciencia, por lo que un seguro decenal, por el coste que supone dentro del global del presupuesto de la obra, merece la pena.