Publicado el por Sergio Ballesteros Diaz

Cuando contratan un seguro de responsabilidad civil, muchos profesionales creen que tienen cubiertos absolutamente todos los daños que ocasionen.

Creen que solo hace falta mencionar a la aseguradora que se dedican a la informática, o a la publicidad, o a la asesoría fiscal o a cualquier otra profesión y ya está, todo cubierto. Es verdad que los términos aseguradores que aparecen en una póliza pueden aburrir y hacer insufrible la lectura de la misma pero, desde nuestra experiencia, aconsejamos encarecidamente que nos tomemos nuestro tiempo, la leamos y preguntemos todo aquello que no entendamos. Al fin y al cabo es un contrato y debe ser tomado como tal.

También debemos indicar que preguntarle a la aseguradora directamente puede ser peligroso, pues la labor comercial puede inducir a error en nuestra elección. La función de un asesor de seguros independiente (corredor de seguros) es la de analizar las necesidades del profesional y proponerle las mejores alternativas existentes en el mercado.

Todo esto no quiere decir que la póliza que se contrate sea perfecta, sea quien sea el que se la ha aconsejado. No existen pólizas perfectas, de lo que se trata es de cubrirnos lo máximo posible. No siempre una póliza vale igual para todo el mundo. Existen diferentes factores que pueden hacer que lo que vale para unos, no valga para otros:

- franquicias,

- ámbito territorial,

- precio,

- coberturas,

- límites asegurados,

- y, sobre todo, las exclusiones que se hagan a la actividad.

Son muchos factores a tener en cuenta y debemos dejarnos asesorar.

Por ejemplo, todas las pólizas de responsabilidad civil (salvo pacto expreso en el contrato) excluyen de su cobertura los objetos sobre los que se está trabajando. Un electricista que está colgando una lámpara del techo, no tendrá cubierto el coste de la lámpara si se le cae, pero sí los daños que dicha lámpara ocasione en el suelo o en el mueble donde golpee en su caída.

O un informático freelance que trabaje para empresas fuera de España, tendrá que tener muy en cuenta que en su póliza venga correctamente descrito su ámbito de actuación, abarcando aquellos países para los que realiza trabajos.

Para minimizar nuestro riesgo al máximo, un corredor de seguros puede ser la solución